España da el primer paso para legalizar el cannabis medicinal
¡Lega, legalización! ¡Cannabis (medicinal), de calidad y barato!
Así es, y es que el Congreso de los Diputados está preparando un informe para pedir al Ministerio de Sanidad la autorización para comercializar derivados de la marihuana de manera legal. Esto haría que España se uniera a más de 40 países en todo el mundo donde la marihuana para fines medicinales está legalizada.
¿Significa esto que un médico podrá recetarnos un porro? No.
¿Podremos acudir a la marihuana poniendo como excusa que nos duele la cabeza? Tampoco.
Su uso quedará bastante limitado a usos muy concretos.
Índice
1. ¿En qué consiste la legalización del cannabis medicinal en España?
2. ¿En qué casos se puede recomendar el cannabis medicinal?
3. ¿Quién podrá recetar cannabis medicinal?
4. ¿Dónde se podrá adquirir marihuana con fines terapéuticos?
¿En qué consiste la legalización del cannabis medicinal en España?
La comisión de Sanidad y Consumo dio luz verde el 27 de junio a legalizar el cannabis con fines terapéuticos gracias al poyo de 20 diputados frente a los 14 que se mostraron en contra.
En un plazo de máximo 6 meses, la Agencia Española de Medicamentos y Productos Sanitarios (AEMPS) recogerá las recomendaciones de esta comisión.
¿En qué casos se puede recomendar el cannabis medicinal?
- Dolor oncológico
- Endometriosis
- Espasticidad
- Esclerosis múltiple
- Algunas formas de epilepsia
- Náuseas y vómitos debido a la quimioterapia
- Dolor crónico no oncológico
Con todo, el informe refleja que existe la posibilidad de que se pueda ampliar a otros casos terapéuticos cuando los estudios aporten indicios consistentes.
Todos los tratamientos de las patologías mencionadas tendrán que tener una duración definida y controlable, y los especialistas podrán mantener el tratamiento durante el tiempo que crean conveniente en función de los resultados.
Cabe destacar que para que se puedan ampliar los casos terapéuticos en los que el cannabis medicinal pueda tener cabida es necesaria una investigación de calidad. Esto es algo que también menciona el informe, dada la escasa evidencia e investigación científica.
¿Quién podrá recetar cannabis medicinal?
Únicamente los profesionales sanitarios tendrán la posibilidad de prescribir productos derivados del cannabis, en un contexto “libre de potenciales conflictos de interés”.
Se llevará a cabo un registro centralizado de los pacientes a los que se les prescriban estos productos a base de cannabis. Estos registros pretenden ser la base para evaluar los resultados obtenidos con el tratamiento en los diferentes pacientes. Así, se busca “mejorar progresivamente el conocimiento sobre el medicamento”.
Gracias a estos registros y seguimientos, la comisión de Sanidad y Consumo del Congreso realizará una sesión anual centrada en el cannabis medicinal, durante los próximos 10 años, con el objetivo de valorar la situación y ver cómo evoluciona.
La AEMPS, también de forma anual, junto con las correspondientes Comunidades Autónomas, elaborará un informe sobre el uso terapéutico de los distintos preparados y extractos de cannabis. Este documento incluirá información sobre: servicios recetados, pacientes tratados y volúmenes de productos dispensados.
Por último, la Delegación del Gobierno para el Plan Nacional sobre Drogas emitirá cada año un informe sobre la frecuencia de consumo de cannabis en la población adolescente y adulta, los posibles indicios de consumo problemáticos, así como las personas que necesitan tratamiento con el cannabis como sustancia principal.
Además, el texto señala que se debe promover la formación sobre los beneficios y usos del cannabis medicinal.
¿Dónde se podrá adquirir marihuana con fines terapéuticos?
A pesar de que en el borrador indicaba lo contrario, el informe final y la comisión del Congreso abre la posibilidad de que las farmacias comunitarias puedan dispensar dicha sustancia.
La distribución será con fórmulas magistrales, es decir, será un medicamento preparado por el farmacéutico en cuestión de manera individual para el paciente, y se hará con extractos o preparados estandarizados de cannabis.
Esta distribución se realizará para la red de farmacias del sistema de salud, con preferencia en las farmacias hospitalarias, pero también en las comunitarias que reúnan los requisitos (que no se han publicado por el momento).
Además, el documento también aprueba la distribución y uso de la flor de cannabis, a partir de ‘cogollos de CBD’ o “preparados que estén disponibles en países de la Unión Europea” dentro de un uso medicinal, siempre que sea dentro de proyectos experimentales.
El cannabis medicinal en otras partes del mundo
España es el último de los países que hasta el momento han dado un paso adelante para la legalización del cannabis medicinal. Se trata de un mercado cada vez más grande, pero que aún cuenta con mucho potencial para crecer.
¿Cómo llevan el tema del cannabis medicinal en otros países?
Estados Unidos
El principal mercado de la marihuana medicinal.
En su momento, California se convirtió en el primer Estado en legalizar el cannabis con fines terapéuticos, en el año 1996. A partir de entonces, otros estados se fueron sumando a su iniciativa.
Antes de la pandemia, en el 2018, Estados Unidos alcanzó los 5.700 millones de euros (el 95% del mercado de cannabis medicinal a nivel global). Según las últimas previsiones de Fortune Business Insights, se espera que esta cifra llegue a los 23.352 millones de euros en 2026.
Además de la medicinal, en más de 30 estados de Estados Unidos se ha legalizado el uso recreativo de la marihuana. Esto ha atraído la presencia de múltiples empresas del sector y que cada vez sean más los fondos públicos y privados que se destinan a la investigación.
Europa
El continente europeo es la segunda región más importante para el cultivo de marihuana. Según Prohibition Partners, se espera que el mercado del cannabis alcance los 3.200 millones de euros en 2025.
Los países europeos en los que actualmente está regularizado y legalizado el cannabis medicinal son: Croacia, Chipre, Grecia, Alemania, Italia, Luxemburgo, Holanda, Finlandia y Noruega.
El caso español
Ocho empresas españolas tienen licencias para producir o fabricar cannabis y productos con fines médicos y científicos, según la Agencia Española del Medicamento y Productos Sanitarios (AEMPS). Otras 12 empresas a mayores tienen licencias con fines de investigación.
Estas licencias varían mucho las unas de las otras y dan permiso a ciertas partes del proceso de elaboración de productos de cannabis; desde el cultivo de plantas para extraer cannabis para fabricar estupefacientes, hasta la importación, exportación y distribución. Por su parte, las licencias de investigación van ligadas a ensayos clínicos.
El Observatorio Español de Cannabis Medicinal (OECM) ha recalcado, en este sentido, la importancia de garantizar una regulación “amplia y ambiciosa” de esta sustancia, señalando que el aumento de las evidencias científicas y el uso del cannabis para paliar dolencias ha hecho que muchos organismos, tanto nacionales como internacionales, se pronuncien favorablemente, como por ejemplo, la Organización Mundial de la salud (OMS) o la Organización de Naciones Unidas (ONU).
También apoya que los pacientes deban tener acceso a “todo tipo de extractos, preparados estandarizados de cannabis o formulaciones magistrales”, al igual que en el resto de países europeos, incluyendo preparados de flores de cannabis, extractos de aceite o granulados.
Sobre esto, advierte que la exclusión de la inhalación de los cannabinoides desde la flor mediante vaporizadores “conllevaría que miles de personas que necesitan rescates rápidos para sus dolencias quedaran excluidos de la regulación”.
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